En Santiago de Chile se desata una revuelta social y casi al mismo tiempo la ciudad es azotada por una pandemia global que obliga al confinamiento. El mundo exterior se cierra y nuestra atención se desplaza hacia el interior de una casa de condominio que revela un universo multidimensional inesperado. Dos perros domésticos, un zorzal peleador, una colonia de hormigas, plantas, dispositivos técnicos, la presencia de los propietarios que casi nunca aparecen en cámara, y voces que vienen del exterior dando cuenta de la crisis social y política, de la pandemia y de la vida particular del condominio. La relación entre todas estas cosas da forma al retrato de un ecosistema, una visión del mundo que da cabida a todas las formas de existencia, para la que una casa es mucho más que el hogar de unos pocos seres humanos.
SINOPSIS
FILMS
PERUT+OSNOVIKOFF
Desde sus comienzos, la obra documental que viene realizando la dupla Bettina Perut e Iván Osnovikoff ha destacado por el riesgo y la creatividad en sus temas, tratamientos y puntos de vista. Con ocho largometrajes a su haber, su recorrido poético está lleno de puntos de giro y mutaciones que han acompañado las transformaciones tecnológicas y culturales de su época, desafiando las premisas más estables y conservadoras de aquello que se entiende por cine documental.
Su obra ha ido pasando de un primer registro muy físico y gestual vinculado al alivianamiento de las cámaras y la pulsión voyeur, presente en películas como Chi-chichi Le-le-le Martín Vargas de Chile (2000) o Un hombre aparte (2002), que enfatizaban a su vez la dimensión performática de sus protagonistas (el boxeador Martín Vargas en la primera, y un fantasioso manager en la segunda); hacia una estilización visual que empezó con el ejercicio de “etnografía invertida” Welcome to New York (2006), encontró una bisagra en la exploración ética del campo (y su límite) en Noticias (2009), y llega a un punto cúlmine en Surire (2015), un documental sobre un salar en el altiplano donde paisaje, naturaleza, animales y humanos, son observados desde una mirada que combina lo sensorial con la materialidad.
Antes que conclusiones, los documentales de Perut + Osnovikoff plantean preguntas, interrogan los límites y los sentidos comunes. Es el caso, por ejemplo, de sus dos entradas en torno a la memoria social, por un lado El astuto mono Pinochet contra la moneda de los cerdos (2004) donde grupos de escolares representan el golpe militar mediante improvisaciones actorales donde se combina el juego y la parodia, hablándonos de un presente conflictivo que habita en los cuerpos, cuestión que enfatizaron aún más en La muerte de Pinochet (2011), un “fresco social” en torno al día de la muerte de Pinochet.
Aunque su obra ha sido discutida e incluso marginada de algunos circuitos, su propuesta no ha hecho más que crecer y abrirse a nuevas vías, comprendiendo el cine documental como una exploración tanto plástica como social.
Iván Pinto, La Fuga.