NOTICIAS, el nuevo documental de la dupla conformada por Bettina Perut e Iván Osnovikoff, competía como mejor película en la competencia internacional de largometrajes, donde también estaba “Turistas” de Alicia Scherson, lo que es un fiel reflejo de lo que ocurre en la cinematografía local: películas de clara vocación de masas deben compartir espacio con películas minimalistas y de clara vocación de resistencia al circuito convencional.
NOTICIAS quizá demore en llegar a salas de cine por que es una película difícil. “Por películas como ésta es que la gente se aburre del cine chileno”, comentaba un espectador a la salida del cine, y raficaba el ambiente enrarecido y silencioso en que todos abandonaron la sala.
La película es un relato fragmentado sobre la decadencia (física y conceptual) en que se ve envuelto el hombre en la ciudad. Utilizando como dispositivo de indagación la lógica del noticiero, lo subvierte para crear un relato audiovisual complejo, a veces heredero de las películas mas crípticas de Werner Herzog (como “Fata Morgana”) donde lo que importa no es precisamente la noticia, sino lo que oscila en torno a ella, el “momento después” de que ocurrieron los hechos.
NOTICIAS es quizá la película mas abiertamente artística de estos realizadores, que anteriormente cuestionaron el lenguaje documental con “Un hombre aparte” (2002), y que ahora cuestionan el relato televisivo con una deconstrucción que lo convierte en cine de avanzada.
Contar la historia de NOTICIAS es imposible. No hay historia. Hay decadencia, desmembramiento – literal – del ser humano, bajeza, superficialidad y tristeza. Conformado como una serie de estampas, configura un collage de lo contemporáneo, donde cada elemento contribuye a empujar el carro del descenso citadino por medio de asesinatos y planos abiertamente pornográficos de cadáveres, o bien de un grupo de policías de investigación cantando “Hurra! Hurra! Hurra!” después de haber visto como la humanidad es solo un pedazo de carne.
La película cuenta con varios hilos conductores: un grupo de monos del zoológico que representa nuestra sociedad encerrada, hipersexuada, dependiente y que ve como desploman la ciudad ante sus impávidas miradas que nada pueden hacer. Un grupo de turistas que se impresiona con los generosos paisajes de nuestro país brillantemente fotografiados, tan brillantemente como lo es un cadáver de una anciana dentro de un ataúd, la uña de un hombre muerto, o los pies llenos de yagas sangrantes de un peregrino que se arrastra devotamente por la virgen.
La película no es un documental propiamente tal. Está mas cercano a la ficción, utilizando recursos del registro in situ para desde ahí hacer una violenta reflexión sobre el rol del hombre, del concepto de humanidad. El asco, las moscas penetrando la nariz de un cadáver, la vergüenza por el periodismo o el shock de ver la operación a un mono, violentan a un espectador que debe ver lo que no se le muestra, pero se le insinúa desde los medios de comunicación. El morbo, la sangre, el sexo o la decadencia están patentes en las noticias, pero bajo otro punto de vista, bajo otra articulación formal e incluso moral. Lo que se conoce como doble estándar.
NOTICIAS es una película inútil: la gente se ve interpelada y muchos reaccionan de mala manera, sin detenerse a reflexionar. Es la contaminación visual, que no permite ver debajo de la basura, los pequeños brillos que hacen la vida cotidiana. No dan cuenta de que conviven con todo ello. Lo reniegan. “Para qué mostrarlo en el cine”, lanzaría alguien. De cualquier manera, generar desagrado, mover al espectador de la butaca, es un acto terriblemente insólito en el cine chileno contemporáneo, donde las historias simpáticas priman, y los vencedores siguen amarrando happy ends de novela con tal de cautivar al público y que sientan que depositaron unos pesos en un acierto cinematográfico.
En su poca complacencia, su desengaño, su espiral decadente y su hermosa fotografía de la podredumbre, es que la película funciona como una provocación artística, quizá la mas artística de todas las películas que han realizado estos directores, un paso a la madurez que significará, probablemente, el rechazo abierto de gran parte de los audiovisualistas y, evidentemente, del público.
Luis Felipe Horta
Disorder Magazine